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Una casa en Manchester

  • Foto del escritor: Nenaslibres
    Nenaslibres
  • 31 ago 2020
  • 1 Min. de lectura

En medio de la pandemia, la cuarentena y la mar en coche conseguimos una casa para ir a hacer voluntariado ni bien las restricciones aflojaron un poco.

Nos fuimos a una casa de familia. Dos integrantes humanxs, dos gatunos y Florence la perra del amor.

Esta experiencia fue una mas para la lista de experiencias buenísimas! Tuvimos una master piece al reorganizar unos ambientes que eran caóticos y casi inhabitables a ser espacios limpios, cómodos y con energía.

Además de limpiar, ordenar y acomodar, también estuvimos saltando en la cama elástica, jugando al basket indoor, yendo y viniendo con Florence de aquí para allá y disfrutando de las comidas veganas que Siobhan cocinaba y también ella y su hijo disfrutaban de nuestras comidas veganas y crudiveganas.

Así como lees, la familia era muy open mind y prefería nuestras comidas a las comidas compradas afuera o las pizzas llenas de muerte y destrucción.

Bueno, la cuestión es que acá nos quedamos mas tiempo del que habíamos pensado en un principio, ya que había bastante trabajo que hacer y también porque nos llevamos más que bien con la familia. Hasta decidieron irse de vacaciones para dejarnos una semana solas en la casa y que podamos descansar. Mira el nivel de confianza al que llegamos!

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