Palm Beach, Koh Rong Island, Cambodia.

Nenaslibres
7 nov 2019
6 Min. de lectura

Actualizado: 16 nov 2019

A 3 días de dejar Ho Chi Ming, Vietnam, encontramos un voluntariado en Koh Rong Island, Camboya. Mandamos un mail comiéndonos las uñas sin saber si nos iban a responder a tiempo. Para nuestra alegría, nos respondieron al día siguiente confirmándonos que la descripción en nuestro perfil les encantó así que éramos mas que bienvenidas.

Cómo fuimos de Vietnam a Camboya? Lo contamos en esta otra entrada del blog.

Llegamos a Koh Rong Island en un barco que no pagamos porque éramos ya parte del staff de voluntarixs de Palm Beach.

Los primeros días estuvimos en una cabaña, después nos fuimos a la casa que está preparada para voluntarixs, en medio de la jungla. Cada quien tenía su cuarto.

Palm Beach nos dejó crear nuestro propio rincón en la casa de Voluntarixs donde pintamos, decoramos, desarmamos, armamos…

Conocimos a Karl (sudafricano) con quién con el correr de los días y meses fuimos entablando una relación de complicidad y diverso mutuo aprendizaje. Fue Karl quien nos enseñó a jugar Shit Head, juego adictamente divertido. GRACIAS por eso!

Tuvimos la gran suerte de conocer a Jodie (londinense) que, aunque fue corto el tiempo, caló hondo y compartimos tantas risas, música y charlas personales que no vemos la hora de volvernos a encontrar.

Y así también fueron pasando les distintes voluntaries que se quedaban por semanas, días y hasta algunas horas. El staff local de Palm Beach tendría que ser un posteo aparte porque lo que nos han dado de hablar estos personajes… Yisus!

El trabajo en el resort no era para nada complicado, pero sí teníamos días con casi 100 personas en los que las corridas de platos, la limpieza del lugar y las cantidades de tragos que hacer, nos dejaban fundidas una vez finalizado nuestro turno. Fundidas. Una ducha y si hubiéramos podido tener la cama debajo de la ducha mejor aún.

Cuántas cosas nos pasaron en Palm Beach!!

Mireille y Roy son dos holandeses, casadxs en Palm Beach con una boda tradicional camboyana y dueñxs de este precioso lugar. Personajes increíbles con los que aprendimos un montón. Con decirles que Mireille se propuso un desafío vegano de 30 días y pasaron ya 2 meses y sigue en ese camino (con algunos tropiezos esperables de quien no conoce mucho sobre veganismo).

Sumándole también que Roy se acercó un día a nuestra mesa mientras desayunábamos y nos preguntó qué necesitábamos para nuestra casa porque nos querían construir nuestra propia casa y un huerto con el que podamos hacer crecer los futuros vegetales de Palm Beach… Con decirles esto, pueden imaginarse la relación que formamos con estas dos personas.

Palm Beach, nos recibía todas las mañanas con unos amaneceres que, nublados o no, hacían mágico empezar el día

y unos atardeceres que te dejaban con la boca abierta y los ojos llenos de colores.

Y tuvimos la suerte y el destino así lo quiso de pasar de ser voluntarixs a ser trabajadorxs, por lo que cada fin de mes podíamos guardar un dinero nuevo en nuestro presupuesto para este viaje por el mundo.

Los últimos días, la casa de Mireille y Roy fue nuestro pequeño paraíso dentro de este hermoso lugar. Tenían programadas unas mini vacaciones por Tailandia y Malasia y nos ofrecieron quedarnos en su hogar.

Hogar al cual se accede por el muelle, pasando todas las casitas y llegando hasta el fondo. Ahí sobre el mar color verde esmeralda y con una vista imperdible de 360 grados que nos mantuvo embobadas por 10 días.

Nuestro amor infinito como siempre está en los animales, así que mención especial para la Loba y Vaca,

que no son sus nombres originales pero cuando nosotras les llamábamos así, ellxs venían a saltarnos, besarnos y seguirnos a cada lugar que fuéramos. Y cuando decimos a “cada lugar” es porque siempre fueron así de fieles compañerxs, que sin importar las horas que caminemos o los caminos errados que tomemos, siempre nos acompañaron, jugaron, corrieron y nadaron con nosotras.

Sin lugar a dudas nuestros tesoros más preciados de esta isla y a quienes más vamos a extrañar.

Gracias Palm Beach!

----------------------ENGLISH VERSION---------------------

Three days after leaving Ho Chi Ming, Vietnam, we found a volunteer in Koh Rong Island, Cambodia. We sent an email eating our nails without knowing if they were going to reply on time. To our joy, they answered us the next day confirming that they loved the description on our profile so we were more than welcome. How did we go from Vietnam to Cambodia? We tell it in this other post. We arrived at Koh Rong Island on a boat that we didn't pay because we were already part of the Palm Beach volunteer staff.

The first few days we were in a cabin, then we went to the house that is prepared for volunteers, in the middle of the jungle. Everyone had their room. Palm Beach let us create our own space in the Volunteers house where we paint, decorate, disassemble, assemble ...

We met Karl (South African) with whom, over the course of the days and months, we were establishing a relationship of complicity and diverse mutual learning. It was Karl who taught us to play Shit Head, an addictingly fun game. Thanks for that! We were very lucky to meet Jodie (London) who, although the time was short, went deep and we shared so many laughs, music and personal talks that we do not see the time to meet her again.

And so were the different volunteers who stayed for weeks, days and even a few hours ...

The local Palm Beach staff would have to be a separate post because what these characters have given us to talk about ... Yisus!

The work in the resort was not complicated at all, but we did have days with almost 100 people in which the runs of dishes, the cleanliness of the place and the amounts of drinks to do, left us melted once our shift ended. Melted. A shower and if we could have had the bed under the shower even better.

How many things happened to us in Palm Beach !!

Mireille and Roy are two Dutch, married in Palm Beach with a traditional Cambodian wedding and owners of this beautiful place. Amazing characters with whom we learned a lot. By telling you that Mireille proposed a 30-day vegan challenge and 2 months have passed and she continues on that path (with some expected stumbling blocks from those who do not know much about veganism).

Adding also that Roy approached our table one day while we were having breakfast and asked us what we needed for our house because they wanted to build our own house and an orchard with which we can grow future Palm Beach vegetables ... By telling them this, you can imagine the relationship we formed with these two people.

Palm Beach, received us every morning with sunrises that, cloudy or not, made it magical to start the day

and some sunsets that left you with your mouth open and your eyes full of colors.

And we were lucky and destiny wanted to go from being volunteers to being workers, so every month we could save new money in our budget for this trip around the world.

The last days, the house of Mireille and Roy was our little paradise inside this beautiful place. They had a mini vacation scheduled for Thailand and Malaysia and offered to stay at their home. Home which is accessed by the pier, passing all the houses and reaching the bottom.

There, over the emerald green sea and with an unmissable 360 degree view that kept us dumbfounded for 10 days.

Our infinite love as it always is in animals, so special mention to the Wolf and Cow,

which are not their original names but when we called them like that, they came to jump, kiss us and follow us to every place we went. And when we say “every place” it is because they were always this faithful companions, that regardless of the hours we walk or the wrong paths we take, they always accompanied us, played, ran and swam with us.